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La rueda rueda rueda que rueda

Chimenea

Chimenea Mañana libre de servicio que me ha permitido dedicarle un rato al ordenador y su contenido, cada vez más desordenado debido al escaso tiempo que le dedico, pero me resulta tedioso estar abriendo carpetas y demás. Al comprobar las fotos realizadas en Pamplona, he visto en una un detalle que se me había pasado por alto. Era una chimenea de ladrillo a dos colores que presentaba un motivo ornamental. Me ha llamado la atención el paciente trabajo artesanal y de buen gusto que requiere tal obra, y más llama la atención en esta época en la que lo prefabricado y la mala calidad de los materiales está a la orden del día. Lástima que ese icono de la modernidad que es la antena televisiva rompa su encanto. Es en Pamplona y en su Cuenca en donde más proliferó esta arquitectura de ladrillo que juega con los colores y las formas. No sé si este tipo de arquitectura se ha estudiado pero, al menos para mi, es una seña de identidad de esta zona y que bien se podría denominar "arquitectura cromática" o algo así.
Tal chimenea aparece en el Rincón de la Aduana, tras el monumento a la Inmaculada. No sé a qué edificio pertenece pero da la impresión de formar parte del Convento de las Salesas.

1 comentario

Javier -

Amigo Raddle:
Por cuestiones personales hace unos días que no entraba a esta ventana al mundo que es Internet y la nostalgia que me ha entrado al leer tu blog. La de recuerdos que me ha traído tu paseo por el Rincón de la Aduana y por la Taconera donde, por cierto, yo también anduve en tiempos en bici catando su inoportuna gravilla ;-) Por cierto, ¿todavía hay ciervos en los fosos del parque? ¿Y te suena si había también pavos? La verdad que hace tanto que ya no me acuerdo. ¡Qué rápido pasa el tiempo! Y anda que no le he echado yo horas al Café Vienés... Cuantas horas de sol invernal entre cristales leyendo el periódico o de tertulia con algún amiguete entre olor a café y sabor a chocolate...
¿Y qué te voy a decir del callejón de Salsipuedes? Siempre me ha apasionado su nombre. Por cierto, mi amiga Judith, que es de ésas de Pamplona de toda la vida, me explicó en una ocasión que se llama así porque al final del mismo hubo en tiempos (no recuerdo si lo hay todavía) un convento de monjas; de forma que el gracejo popular bautizó al callejón como "Salsipuedes", porque era lo que les decían a las novicias que acudían a profesar. ;-)
Bueno, amigo; un saludo y gracias por ayudarme a recordar.