
Tras el ¡¡¡Pobre de mi!!! de anoche, Pamplona amanece tranquila y con resaca. Los últimos jaraneros aprovechan hasta el final, prolongando las fiesta. Ahora comienza el lavado de calles y plazas de la ciudad, así como el arreglo de parques y jardines tras ocho días sirviendo de confortable cama para los miles de visitantes... y la vieja Iruña volverá a ser la apacible ciudad de siempre.
Cómo dice la canción sanferminera ¡¡¡¡ya falta menos para el glorioso San Fermín!!!!
3 comentarios
amanda -
Grial -
Un beso :)
Roberto Zucco -