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La rueda rueda rueda que rueda

Vacio

Vacio

Nada indicaba que el primer post del año tendría que ser tan triste, pero los acontecimientos así lo han querido. Cuando preparaba para el día de hoy un escueto homenaje ese hombre sabio y bueno que fue el alcalde de Madrid Tierno Galván, me entero que otro hombre bueno y sabio a su manera ha muerto en desgraciadas y trágicas circunstancias. Patxi, el kioskero de la Estación de Autobuses de Pamplona, apareció muerto carbonizado en el interior de su furgoneta, estacionada de forma correcta en la autopista Behobia-Bilbao, la noche del lunes pasado. Nadie sabe qué pudo suceder y se especula con mil suposiciones. Yo solo sé que la Estación ya no será la misma. Desde ese aciago lunes hay un gran vacio en ella. Mi tocayo Patxi, con su simpatía, amabilidad y sus atenciones ya no estará más en su pequeño kiosko. 

Un eterno recuerdo y un entrañable abrazo, amigo Patxi, allí donde estés.

1 comentario

Una mirada... -

Horrible manera de poner punto y final a la vida terrena, ciertamente.
Mis condolencias para ti.