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La rueda rueda rueda que rueda

Recintos y reductos

El militar, con grado de general, y arqueólogo francés Francis Gaudeul, ha estudiado de forma muy exhaustiva las fortificaciones y recintos defensivos construidos en el País Vasco francés con ocasión de las diversas guerras entre Francia y España durante los siglos XVIII y XIX. Otros muchos datan de época protohistórica y han sido ocupados en diversas ocasiones en el curso de los siglos. Ha dado a conocer una serie de construcciones que a simple vista y para los profanos pasan desapercibidas y ha logrado, pese que en algún caso se ha llegado tarde y se han destruido, que sean consideradas patrimonio histórico y valoradas como tales. Dadas las características de estas obras, que carecen de elementos perdurables, como son muros de piedra u otro material duro, salvo excepciones, y el paso del tiempo que las ha cubierto de vegetación, hace que sean unos elementos del paisaje vasco francés totalmente desconocidos para la mayoría de los montañeros y turistas de estas montañas.
Para quien esté interesado en conocerlos puede consultar los escritos del General Gaudeul publicados en el Bulletin de la Société des Sciences, Lettres et Arts de Bayonne.
De este lado de la frontera, del lado navarro, apenas se han estudiado y es muy desconocido la existencia de algún tipo de fortificación de este tipo. ¿Cuántos navarros saben que en el Alto del Perdón, a la derecha de la carretera que sube desde Pamplona, hay o había una fortificación de este tipo? Yo la conocí de forma fortuita al consultar unos periódicos antiguos en la Biblioteca de Navarra. En una noticia, que no recuerdo de qué carácter, citaba que había en este Alto, a la derecha de la carretera, unos fosos y trincheras excavados en el terreno y que se hicieron cuando las últimas guerras carlistas. Me picó la curiosidad y aprovechando una excursión que hice desde Undiano a la ermita de Santa Lucía y al antiguo lugar de Ipasate me acerqué a la zona donde se suponía que estaba dicha construcción. Me costó encontrarla pero allí estaba. A la izquierda, coronando una pequeña elevación, encima del camino que iba desde la cima del puerto a la ermita de Santa Lucia, al pocos metros de dejar el asfalto, aparecía entre la maleza y cerca de unos pinos ya crecidos, unos fosos de un metro de profundidad y unos dos metros de anchura que, si los recorrías, te percatabas que adoptaban una forma rectangular o cuadrada, ya no recuerdo bien, encerrando una superficie algo más elevada. En mitad de cada lado se veía una apertura en el talud, dando la impresión que servían para disponer en ellas los cañones. No era muy grande pues cada lado podría tener en torno a los 50 m. de largo.
No sé que habrá sido de todo esto pues esa zona ha sufrido una fuerte remodelación con grandes movimientos de tierra. Primero por el ensanchamiento de la carretera que quitó algunas curvas. Después por la instalación de esos gigantes que generan energía eólica y que han llenado por completo el cordal de la Sierra del Perdón. Hace tiempo que no he ido por allí y no sé si la zona está afectada por la construcción de la nueva autovía a Logroño. Me parece que no, pero será un milagro que aún subsistan estos vestigios.

No me resisto a traducir, más mal que bien, las palabras del autor, si con esto se consigue dar a conocer estas construcciones. Francis Gaudeul nos dice en su escrito "Enceintes et redoutes" aparecido en la obra "Pays de Cize", editada por Editions Izpegui, de Baigorri:
"Se encuentra en el "Pays de Cize", y particularmente alrededor de Saint-Jean-Pied-de-Port, unas construcciones de tierra o de piedra que se asemejan a veces pero que datan de épocas diferentes y con frecuencia muy alejadas: son los llamados "cercados o recintos" y los "reductos o fuertes".
Los recintos, con frecuencia designados en la toponimia local bajo el nombre de gaztelu (y sus derivados) son unos refugios defensivos que datan generalmente de la Protohistoria (Edad del Bronce y Edad del Hierro, entre 1800 y 100 a.C) pero cuya tipología ha podido perdurar hasta la Edad Media. Sin embargo, los que han podido ser sondeados o excavados siempre han aportado unos objetos que datan de la Edad del Bronce o de la Edad del Hierro, al mismo tiempo, a veces, que unos vestigios más recientes pues algunos yacimientos antiguos han sido ocupados en diversas ocasiones en el curso de los siglos.
Nosotros hemos censado ocho recintos de tipo protohistórico en el Pays de Cize.
Los reductos son mucho más recientes que los recintos. Existían alrededor de Saint-Jean-Pied-de-Port de 10 a 12 que constituían alrededor de esta plaza fuerte un cinturón defensivo más o menos cercano. Desgraciadamente la mayoría han sido profundamente mutilados y desfigurados con ocasión de trabajos de roturaciones y que no han dejado, a veces, más que simple rastros; algunos incluso han desaparecido completamente para ceder el lugar a unas viviendas o a edificaciones de explotación rural.
Casi todos esto reductos databan de la Revolución o del Primer Imperio y habían sido utilizados hasta esta época. Sean cuales sean su naturaleza, su origen y su antigüedad, estos vestigios han jalonado una parte de nuestro pasado: ellos han sido los testigos o el teatro de sucesos con frecuencia importantes, a veces trágicos. Es preciso saberlo y hacerlo saber. El conocimiento de estos recintos y de estos reductos sólo puede darles interés y hacer nacer o desarrollar, sobre todo entre los habitantes del Pays de Cize, la voluntad de conservarlos y de preservarlos."
En mi otro Blog pongo la traducción de la descripción que hace este autor del recinto de GASTELUMENDI si alguno quiere hacer una idea de la forma de estas fortificaciones.

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